lunes, 25 de abril de 2016

Cervantes en la Naturaleza

El pasado día 24 de Abril, con motivo del 4º Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, la Asociación Cultural La Alhóndiga y en colaboración del Club de Senderismo Los pinares organizó una cita en el paseo fluvial del Arévalillo para leer algunos capítulos del Quijote:
 

 

Despidiéndose del cabrero D. Quijote y, subiendo otra vez sobre Rocinante, mandó a Sancho que le siguiese, el cual lo hizo, con su jumento, de muy mala gana. Ibanse poco a poco entrando en lo más áspero de la montaña y Sancho iba muerto por razonar con su amo y deseaba que él comenzase la plática, por no contravenir lo que tenía mandado, mas no pudiendo sufrir tanto silencio, le dijo:
 

-Señor D. Quijote, vuestra merced me eche su bendición, y me de licencia, que desde aquí me quiero volver a mi casa y a mi mujer y a mis hijos, con los cuales por lo menos hablaré y departiré todo lo que quisiere; porque querer vuestra merced que vaya con él por estas soledades de día y de noche, y que no le hable cuando me diere gusto, es enterrarme en vida.
Si ya quisiera yo la suerte que los animales hablaran, como hablaran en tiempos de Guisopete, fuera menos mal, porque departiera yo con mi jumento lo que me viniera en gana y con esto pasara mi mala ventura, que es recia cosa, y que no se puede llevar en paciencia, andar buscando aventuras toda la vida, y no hallar sino coces y manteamientos, ladrillazos y puñadas; y con todo esto nos hemos de coser la boca, sin osar decir lo que el hombre tiene en su corazón, como su fuera mudo......................

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